sábado, 26 de abril de 2008

Decía la verdad

-El prisionero sólo dice mentiras absurdas , Señor, que vive en la falda de una montaña, que carga con su familia, incluso, que lleva a su mujer en el corazón ¿quién puede creerle?, y dice no sé qué de ser un chivo expiatorio.
-¿Un “chivo expiatorio”? ¿por qué hablará así? Opino que no es más que un loco. Deseo no obstante oirlo hablar.
-¡Tú, prisionero, levántate! Puedes salvar tu vida, pero di al menos una sola frase coherente o que podamos entender.
-¡Jamás he manchado mis manos de sangre, señor! ¡Podéis poner Vos tranquilamente la mano en el fuego por mi inocencia!

-Es inútil, señor, ya lo oís Vos mismo, miente a cada instante, sigue delirando...
-Extraño personaje... ¡Responde!, ¿de qué tierras lejanas vienes? ¿Cómo llegaste a País Razón?
-Oh Señor, oh gran corona magnánima! ¡vengo de lejos, de País Imagen!
-¿"Gran corona"...me has llamado? ¿Cómo te atreves? Lleváoslo, y matadlo de inmediato... Es un loco o un endemoniado, ¿pero habéis entendido algo? ¿habéis captado el mínimo significado en sus palabras? ¿qué idioma hablará?
-País Imagen... uhm... Los sabios, Señor, cuentan que en esas tierras las personas se expresan con metáforas, con metonímias...
-...meta..¿qué? ¿Y qué son esas?

-Lo ignoro, señor, les preguntaré mañana...